11/5/11

Sé de un lugar...

El 23 de marzo de 2011, sobre las 3 de la tarde, llegué a Luz Serena. A mis espaldas una mochila para una semana y 43 años de vida. Había respondido a una oferta en la web para un puesto de cocinero residente y me contestaron con una invitación para una semana de convivencia. No tenía ni idea de lo que me esperaba.

Aunque me estaba planteando contar esta experiencia para darle forma y hacerme a mí mismo más comprensible lo que me estaba sucediendo allí, el hecho de que en los tres días que estoy en Elche -he vuelto para un par o tres de semanas y regresaré al templo para un año- mi familia, amigos y conocidos estén mostrando bastante curiosidad e interés por el asunto me ha llevado a plantearme hacerlo público y accesible como una forma de introspección y de "práctica". Algunas cosas sonarán extrañas, pero así debe ser.

Hacía muchos años que había leído sobre el zen y me sentaba en casa desde hacía poco menos de dos años. En mi subconsciente se habían grabado frases como: "zazen es como entrar en el ataúd", "ese yo que crees ser tú es una ilusión y la fuente del dolor de la humanidad", "la vida y la muerte son el asunto esencial"... Pero siempre había una excusa para retrasarlo.
Como una presa que rebalsa el agua de la lluvia hasta que ya no le cabe más y rebosa por los bordes, así me vi yo empujado a derramarme y, por fin, empezar a aprender a fluir, a darme cuenta...

1 comentario: